Educación en casa, ¿cuál es el límite?
¡Buenas!
El homeschooling, también
conocido como educación en familia, es una opción educativa en la que los
padres deciden educar a los hijos fuera de las instituciones educativas tanto
públicas como privadas.
Las últimas semanas las
peticiones para optar por este tipo de educación han aumentado
considerablemente. ¿La razón? El COVID-19. A raíz de la pandemia se ha
despertado un interés en el ámbito de la educación en casa debido,
principalmente, a dos razones: la preocupación por la integridad familiar al
llevar a los niños a la escuela y la experiencia del confinamiento.
A pesar de que es una opción
legal en otros países anglosajones, en Francia o en Portugal, en España la educación
se identifica con la escolarización obligatoria. Los padres que optan por la
educación en casa optan por salirse del sistema y de todo lo que la escuela
puede aportar. El principal foco de debate se encuentra en las siguientes
preguntas: ¿consigue la educación en casa hacer que el niño alcance un nivel
educativo adecuado? ¿y qué pasa con la socialización?
Si atendemos a la segunda razón,
muchos padres que quieren esta educación en casa para sus hijos buscan otras
opciones como llevar a los niños al parque, apuntarles a actividades
extraescolares relacionadas con la música, la danza, el deporte… ¿y en la época
COVID-19 que estamos viviendo qué pasa con la socialización de esos niños? Los
niños que van a la escuela interactúan con los demás niños durante las horas de
clase, pero las actividades extraescolares están aún en el limbo. Así, si el
único medio de socialización que tenían esos niños se ha cortado, ¿con quién
socializan? ¿cómo van a ser capaces de desarrollar esas habilidades si en el
seno de la familia no es posible? Confío en que los padres busquen alguna
alternativa ya que creo que ellos son los primeros que no querrán que sus hijos
vayan por detrás de los demás en cuanto a desarrollo de ningún tipo, incluido
el cognitivo y el social. Además, otro problema que veo de esta falta de
interacción es el adoctrinamiento, si los niños carecen de estímulos de otros
pensamientos, ideologías y maneras de ver el mundo, cuando salgan al mundo
exterior más allá del círculo familiar, el choque puede llegar a ser enorme. También
confío en que los padres, ya que realmente buscan EDUCAR a sus hijos, lo hagan con
la mente abierta y sin reparos a la hora de enseñar a sus hijos cosas que
salgan de su zona de confort.
En cuanto a la eterna pregunta de
si el niño podrá alcanzar un nivel educativo adecuado, habría que centrar el foco
en si los padres tienen el nivel educativo adecuado para poder impartir esa
educación a sus hijos. Partiendo de que para realizar este tipo de educación
hay que tener el dinero o los recursos suficientes como para poder atender a
tus hijos las 24 horas del día, los 365 días del año (considero que es muy
complicado poner unos límites de cuándo es momento de “dar clases” y cuando de
descansar) podríamos pensar que lo más fácil debería ser que solamente uno de los
padres se encargue de esta educación y a la que suele otorgársele este papel es
a la madre. Dejando eso a un lado, creo que si la persona encargada de la
educación de los niños tiene unos estudios que acrediten que es capaz de ser maestra,
los primeros años de educación de sus hijos pueden ser, a nivel académico, al
nivel de los del resto de niños.
El problema llega cuando esa
persona ya no tiene el nivel requerido para que sus hijos se sigan formando
apropiadamente. En mi opinión, ese es el momento en el que el padre o madre
debe hacerse a un lado y dejar que sea la gente que realmente tiene el nivel la
que muestre a sus hijos esos conocimientos. Aún así, no me cierro a que si esos
padres quieren dar una educación complementaria, sean libres de hacerlo.
Por lo tanto, la conclusión que saco de todo esto es que a edades tempranas la educación en casa puede resultar enriquecedora, divertida y diferente, en el buen sentido de la palabra, pero a medida que los requerimientos son mayores, es responsabilidad de los padres hacerse a un lado y dejar que sean otros los que tomen el relevo.
Finalmente, me gustaría añadir
una recomendación, la película se llama ‘Captain Fantastic’, una película entrañable
en la que Viggo Mortensen encarna a un padre que, junto a su mujer han criado a
sus seis hijos en los bosques de Washington, sin tecnología o comodidades propias
del mundo moderno y siendo ellos los que daban una educación individualizada a
cada uno de sus hijos según la edad y sus intereses. La película es a la vez
una crítica a la ignorancia que desprende el sistema educativo estadounidense y
una crítica a esos aspectos sociales que los padres han arrebatado a los hijos 'Les preparó para todo excepto para el mundo real'. Realmente espero que os guste si la veis.
¡Muchas gracias!
María.
Compi!! Como no había hecho esta entrada aún me he ido a tu blog de mena de curiosidad para ver lo que opinabas al respecto. Me encanta, María considero que has sido muy acertada en dar cuenta que la socialización de la escuela es fundamental por las relaciones sociales con otros iguales y porque de alguna manera nos sitúa en contacto con otras ideologías de las que con valores como el respeto y la tolerancia nada malo debería de ocurrir. Muchas gracias por la recomendación de la película, habrá que verla!!
ResponderEliminar¡Hola Silvia! Efectivamente, enriquecernos de los puntos de vista de los demás y aprender de ellos es una de las mejores maneras de desarrollarnos y es algo que no podemos quitar a los niños.
Eliminar¡Espero que te guste mucho la película! La película y la banda sonora son realmente bonitas.