¿Cuál es mi verso?

¡Buenas!

Hoy os vengo a dejar por aquí cuál sería mi verso. Para ello, primero os pongo el poema entero y podáis disfrutarlo.

¡Oh yo, vida!

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven,

Del desfile interminable de los desleales, de las

ciudades llenas de necios,

De mí mismo, que me reprocho siempre (pues,

¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),

De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos

despreciables, de la lucha siempre renovada,

De lo malos resultados de todo, de las multitudes

afanosas y sórdidas que me rodean,

De los años vacíos e inútiles de los demás, yo

entrelazado con los demás,

La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que

vuelve – ¿qué de bueno hay en medio de estas

cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?

Respuesta:

Que estás aquí – que existe la vida y la identidad,

Que prosigue el poderoso drama, y que

puedes contribuir con un verso.

Walt Whitman

Así, si tuviera que escoger un verso del poema me quedo con 'De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos'.

Los niños desde pequeños suelen preguntarlo todo, quieren saber el porqué de todo y es a medida que se van haciendo mayores y ven que no sirve de nada sino que lo que sirve es una calificación al final del curso para poder pasar al siguiente, cuando son esos ojos los que en vano ansían la luz, una luz que los alumnos ya no ansían. Por eso he escogido este verso precisamente porque creo que el papel de los profesores deberían ser precisamente que los alumnos no ansíen el conocimiento (la luz) en vano. Debemos darles las pautas, las herramientas necesarias como para que ese conocimiento, esa luz, se quede en ellos, los forme y ayude a ser la mejor versión de sí mismos, la versión que ellos quieran ser. Que quieran más, que quieran más siempre.

¡Muchas gracias por leerme!

María.